En las industrias y en la cotidianidad, existen muchos ejemplos y acciones que aportan a la Economía Circular. En esta sección, te contamos de algunos casos:
Hacer un uso compartido de algunos elementos es una buena manera de repensar. Por ejemplo: podemos compartir el vehículo cuando nos transportamos hacia el trabajo (car pooling) o, si tenemos posibilidad, podemos instalar paneles solares en casa.
En casa, reducir el consumo de agua o energía serán esenciales para una Economía Circular y para nuestro bolsillo. Apagar las luces cuando no se estén usando o ahorrar agua al bañarnos harán que consumamos menos recursos naturales.
Dar o recibir un objeto usado es un gran ejemplo de Economía Circular. Cuando los juguetes, los electrodomésticos o la ropa pasa a un segundo dueño estamos maximizando la utilidad del producto.
Arreglar algún objeto dañado en casa para alargar su vida útil es una acción circular. Por ejemplo: reparar un televisor, un ventilador e incluso un mueble evita que generemos más residuos y hace que saquemos el máximo provecho a los productos.
Actualizar el computador antiguo del hogar es una acción cotidiana que aporta a la Economía Circular. En vez de desechar, podemos restaurar una silla o un aparato electrónico para que siga vigente para nuestra utilidad.
Ofrecen diferentes servicios y productos para contribuir a la economía circular. Da clic aquí para conocer más.
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Tiene varios productos a través de la reutilización de materiales, entre ellos TonerPlas, que es un aditivo de asfalto utilizado en Australia para hacer tiendas Coles y Woolworths en Australia.
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Trabajan muebles y construcción con materiales reciclados dentro de ellos plásticos.
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